Sobre Amor y pedagogía
“Toda mujer es ineducable; la propia más que la ajena”.
El feminismo, la educación de las nuevas generaciones, el ansia por alcanzar la fama y aferrarse a la posteridad… Temas que parecen tan propios del siglo XXI, pero que ya dominaban el debate público en la España de 1902, cuando Miguel de Unamuno publicaba la primera edición de Amor y pedagogía.
En tono de comedia trágica, don Avito y su esposa Marina (encarnaciones humanas de la ciencia y el amor) pugnan por el destino de su hijo Apolodoro, a quien preparan para genio desde antes de la concepción. Con ironía punzante y una vigencia cultural asombrosa, Unamuno recrea las tensiones de la vida social y familiar, esbozando los temas que enhebran el rosario de su obra: la felicidad conyugal, la inmortalidad y la descendencia, lo cómico y lo trágico, el sentido de la vida y la fe.
Junto a Abel Sánchez, Niebla y La tía Tula, Amor y pedagogía integra el género de la nivola, ficción literaria creada por Miguel de Unamuno y caracterizada por un mayor énfasis en el contenido que en la forma, y por personajes que encarnan pasiones e ideas en una trama que no se detiene en preámbulos.