Sobre Cuentos de amor de locura y de muerte
“Hay cosas absurdas que tienen toda la apariencia de un legítimo razonamiento”.
No cabe duda de que Cuentos de amor de locura y de muerte (1917) es la obra más célebre de Horacio Quiroga (1878-1937). Esta distinción no es fortuita porque su lectura nos permite conocer todos los temas del universo quiroguiano en sus entornos más característicos. En cada uno de los 18 relatos que componen la obra, el autor hace gala de un estilo único, ecléctico y magistral.
La muerte y el espanto aguardan en la naturaleza despiadada, escondidos en la espesura o en las aguas torrentosas de los ríos misioneros (“La miel silvestre”, “Los Mensú”, “Los pescadores de vigas” y “Yaguaí”, entre otros). En los lugares de sociedad y las suntuosas salas de la Belle Époque rioplatense corren desbocados el deseo, la adicción y la obsesión (“Una estación de amor”, “La meningitis y su sombra”, “La muerte de Isolda” y “El infierno artificial”). Pero es tal vez en el propio hogar donde acechan los horrores más espeluznantes, sean estos sobrenaturales (“El almohadón de plumas”) o brutalmente domésticos (“La gallina degollada”).