Sobre San Manuel Bueno, mártir
“¿Aurora de otro mundo es nuestro ocaso?”.
Para Miguel de Unamuno, el absurdo de la vida es la tragedia existencial de cada ser humano, muchas veces vivida en clave de comedia y, en el caso de este autor, sazonada con grandes dosis de ironía. Quizás sea por eso que San Manuel Bueno, mártir es una de sus novelas más singulares: no hay rastros de ironía, ni atisbos de sonrisas… solo está la fe, una fe de acción y no de reflexión, singular fusión entre la filosofía existencial y el cristianismo.
Ángela Carrasquillo relata en primera persona la atormentada vida y los sacrificios de don Manuel, cura párroco de un pueblo perdido en la montaña. Con su hermano Lázaro, retornado del más allá del ateísmo progresista, son testigos y apóstoles de los “milagros” de Manuel. Muerto este, llevan la buena nueva de la fe como servicio al prójimo, consuelo colectivo y escape al tedio existencial.
Publicado nuevamente en 1933 con La novela de Don Sandalio, Un pobre hombre rico y Una historia de amor, en este libro el Unamuno filósofo se cruza con el teólogo, expresado en una prosa clara y concisa que sorprende con magníficos sacudones líricos para recordarnos que don Miguel es un maestro de la literatura española.